Amalgamas de mercurio

En 1989 el doctor Vimy y sus colegas de la Universidad de Calgary publicaron un estudio en el que implantaron empastes de amalgamas radiactiva en los dientes de ovejas adultas.

A los 29 días aparecieron cantidades notables de mercurio en los pulmones, tracto gastrointestinal y tejido maxilar de las ovejas. Según los investigadores, una vez el mercurio era absorbido se localizaban altas concentraciones de Hg en el hígado y en los riñones.

Dental Silver Tooth Billings: a source of mercury exposure revealed by whole-body image scan and tissue analysis. Faseb Journal, 1989;3: 2641-6

Dicho estudio se repitió en monos porque se consideraba que los monos tienen una frecuencia de masticación similar a la de los seres humanos, como también lo es su dieta, su dentadura, frecuencia de alimentación, forma de masticar y fisiología orgánica. Los científicos descubrieron que estos animales retenían mercurio en la cavidad oral, pulmones y tracto intestinal siguiendo el mismo patrón que en las ovejas.

Whole-body imaging of the distribution of mercury released fron dental fillings into monkey tissues. Faseb Journal, 1990;4: 3256-60

Vasken Aposhian ( director del Departamento de Biología Celular y molecular de la Universidad de Arizona ) y su equipo hicieron un recuento del número de empastes de amalgama entre los voluntarios y obtuvieron el índice de amalgama. A los participantes se les administró DMPS, un agente quelante que se une al mercurio y lo elimina del cuerpo a través de la orina.. El análisis de los resultados demostró una correlación entre la cantidad de amalgama en los dientes y la cantidad de amalgama en el cuerpo. El equipo de Aposhian demostró también que 2 tercios del mercurio excretado a través de la orina de los participantes procedía de los empastes.

Urinary mercury after administration of 2,3-dimercaptopropane-1-sulfonic acid: correlation with dental amalgam score. Faseb Journal 1992;6 : 2472-6

Un equipo de investigación médica de la Universidad de Kentucky, en Lexington, dedicado a descubrir el possible vínculo entre el mercurio y el Alzheimer, halló una importante presencia de la sustancia en el tejido cerebral de víctimas de la enfermedad. Neurotoxicology, 1986;7 197-206; Biol Trace Element Res, 1987;13: 19-23.

El doctor William Markesbery y su equipo descubrieron que el residuo con mayor presencia en el cerebro de diez pacientes de Alzheimer era el mercurio." El presente estudio sugiere que el incremento del mercurio asociado al Alzheimer es el más importante desequilibrio que hemos observado- concluyeron los investigadores-. Los resultados permiten deducirque ciertas formas complejas del mercurio deben considerarse como una fuente potencial de la etiología del Alzheimer."

Markesbery insistió en que resta por determinar si el mercurio es un posible causante del Alzheimer o , tal vez, sólo el detritus de un cerebro que declina.

Trace element imbalances in isolated subcellular fractions of Alzheimer's disease brains. Brain Res, 1990;533: 125-131

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